Defender las tesis de que el accidente de metro del 3 de julio de 2006 fue inevitable e imprevisible tuvo premio entre diez trabajadores de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), como mínimo. Algunos que ya eran directivos cambiaron, mejoraron o ascendieron de competencia. Y al menos cuatro trabajadores rasos (dos de ellos sindicalistas) lograron una ostensible mejora de sus condiciones laborales rozando el ascenso. A parte de la gerente Marisa Gracia, ratificada en su puesto pese a que amagó con dimitir, el entonces director adjunto de explotación, número dos de FGV y es gerente de la empresa, Vicente Contreras, logró el «dorado» de la prejubilación y aún sigue asesorando a FGV. Su posición en la empresa la ha ocupado Dionisio García, funcionario del colegio universitario La Coma, que en 2006 era el jefe de recursos humanos de FGV y actualmente es la mano derecha de Marisa Gracia y director adjunto operativo. En la dirección de recursos humanos (que ahora ocupa José Antonio González Redondo) se ubicó por «perfil profesional adecuado» a la hermana del maquinista fallecido en el accidente, Amparo Pardo Tejedor.

También declaró en la comisión de investigación del siniestro del 3 de julio Manuel Sansano, director de operaciones, a quien se le agradecieron los servicios prestados con el aumento de dos direcciones a su cargo: la de Transportes y la de Planificación. Una situación muy parecida a la de Francisco García Sigüenza, quien rebautizó sus competencias con el sobrenombre de Desarrollo Técnico y Estratégico.

Noé Gutiérrez era un trabajador de la asesoría jurídica que se encargó de gestionar las indemnizaciones a las víctimas del accidente de metro (que no alcanzaron el máximo legal ni se pagaron a todas las víctimas por igual). Tras el siniestro pasó a ser director adjunto de gestión. El jefe de talleres de Valencia Sud, Luis Domingo Allepuz, (responsable de la custodia del desaparecido libro de averías y de la información registrada en la unidad siniestrada) también mejoró su estatus al pasar a formar parte de la «jefatura de adquisición de material móvil».

El premio por cumplir la ley del silencio también se extendió a tres trabajadores «rasos». Los sindicalistas Pablo García (interventor) y Javier Golf (maquinista, al principio muy crítico con FGV) pasaron a formar parte del Departamento de Auditor Interno de Seguridad de la Circulación, que dirige Juan José García Barberá. Y un último ejemplo pintoresco: el maquinista de la Línea 1 Jorge Piqueras, a quien FGV «usó» para dar entrevistas hablando de las bondades de la Línea 1, pasó al departamento de «confortabilidad» de la empresa tras el siniestro de 2006.

Los sindicatos entregan hoy 37.000 firmas contra el cierre de taquillas

Lo cinco sindicatos representados en el comité de empresa han convocado para hoy una concentración frente al Palau de la Generalitat, de 10 a 12 horas, en protesta por la eliminación del personal de taquillas (Plan Egeo) que «supone un grave retroceso en el servicio que se presta al usuario». Aprovecharán el encuentro para entregar las 37.000 firmas de queja que han recogido de usuarios del metro en contra del empeoramiento del servicio de Metrovalencia por el recorte de circulaciones, el encarecimiento de precios y la desaparición del personal de taquillas de las paradas. l. b. valencia