El Gobierno de Mariano Rajoy dio ayer un duro golpe a las aspiraciones de una buena parte de la sociedad valenciana que aspira a una rápida solución para los problemas de riesgo de inundaciones que subsisten pese a la construcción de la presa de Tous o la prevista ampliación de la capacidad de desagüe del cauce nuevo del Turia.

La dirección general del Agua del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente , ha decidido posponer «hasta nueva comunicación» la apertura de ofertas económicas para la licitación del servicio de redacción del proyecto constructivo de la la presa del río Sellent.

El plazo para la presentación de ofertas finalizó el pasado 30 de enero de 2012 y la apertura de las primeras plicas estaba prevista para el próximo 28 de marzo.

La licitación de la redacción del proyecto tenía un presupuesto de 931.621 euros.

La suspensión del proceso administrativo supone un jarro de agua fría para las aspiraciones del Gobierno valenciano, que incluyó las obras de la presa de Sellent o Estubeny dentro de su Plan de Infraestructuras Estratégicas 2010-2020 junto a otros proyectos como la presa de Vilamarxant, Montesa y Marquesat.

La construcción de estas presas está pendiente desde el primer plan de defensa contra las riadas del Júcar, elaborado tras las inundaciones de 1982, y que supuso la construcción de los embalses de laminación de avenidas de Tous,Escalona y Bellús. Por su parte, la presa de Vilamarxant fue incluida en el Plan Sur y complementaba el desvió del cauce del Turia tras la gran riada de Valencia (1957).

Todas estas obras fueron recuperadas por el Plan Hidrológico Nacional del Gobierno Aznar y mantenidas como obras de Interés General del Estado en los planes hidrológicos elaborados por los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, las dudas sobre el coste-efectividad de los proyectos y los problemas geológicos identificados en la presa del Marquesat fueron aplazando la ejecución de estos proyectos.

Finalmente y tras un largo proceso de maduración técnica, la presa sobre el río Sellent —no así el resto de los proyectos— pareció tener un impulso definitivo con la licitación del proyecto constructivo ahora anulado.

Reivindicaciones

La paralización del proceso administrativo coloca de nuevo en una difícil situación al Consell de la Generalitat Valenciana, que situó la construcción de estas presas en el eje de sus reivindicaciones contra el Gobierno Central, tan solo un escalón por detrás de la del trasvase del Ebro o la construcción del trasvase Júcar-Vinalopó.

La presas de Sellent, Montesa y Marquesat son básicas para la protección de bienes y personas en la Ribera del Júcar y su relevancia quedó definida tras su inclusión en el Plan Hidrológico Nacional que el Partido Popular se ha comprometido a recuperar.

El Gobierno de la Generalitat Valenciana incorporó los proyectos a su plan de Infraestructuras Estratégicas.

Impacto «crítico»

Ni la construcción de las presas de Tous, Escalona y Bellús ni las sucesivas revisiones técnicas del Plan General de Defensa contra las Avenidas del Júcar de 1985 han cuestionado la necesidad de construir la presa de Estubeny sobre el río Sellent.

La Confederación Hidrográfica del Júcar llegó a valorar la «opción cero» renunciando a la construcción de esta presa y de la de Montesa por su elevado coste económico, social y también medioambiental. Sin embargo, todos los informes elaborados concluyeron que pese a su impacto «severo» sobre el paisaje y el medio ambiente su construcción podría ser «aceptable» si se adoptaban medidas correctoras. Por el contrario, el abandono del proyecto tendría un impacto «crítico» en términos socioeconómicos por los daños que provocan las avenidas del río Sellent unidas a las del Júcar.

Según estos estudios el Río Sellent es el que mas caudal y más rápidamente aporta aguas al Júcar durante los episodios de gota fría, en un fenómeno agravado por la superposición de los caudales punta del río Albaida.

La CHJ atribuye al río Sellent la facultad de provocar en solitario una inundación en la Ribera.