El I Plan de Igualdad de la Universitat Jaume I de Castelló, cuyo contenido fue presentado ayer ante el Claustro, propone incluir, al menos, una asignatura obligatoria relativa a los estudios de género en cada uno de los grados.

Con este programa, al que ha tenido acceso Levante-EMV, la UJI pretende corregir los elementos discriminatorios que aún se dan en el campus, además de adaptarse al nuevo marco normativo de la Ley Estatal de Igualdad. Ha sido elaborado por una comisión interna dirigida por la profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Amparo Garrigues. Y entre otras iniciativas, apuesta por introducir en cada una de las carreras materias que aborden el género y la igualdad. Según el estudio, solamente tres grados del ámbito humanístico-social incorporan una asignatura, de carácter obligatorio, de seis créditos, relacionada directamente con el género y la igualdad. Otros dos grados (uno pertenece al ámbito jurídico y otro al humanístico-social) tienen tres asignaturas optativas (de 13,5 créditos) que incluyen temas específicos en esta materia.

Asimismo, recomienda la creación de una unidad de igualdad y demanda una participación más equilibrada entre hombres y mujeres en los órganos de dirección y representación. Así, pide que el porcentaje entre ambos géneros oscile en el margen 40-60% en los consejos y comisiones. Y es que el sector masculino sigue siendo mayoritario en los órganos de dirección, aunque en los últimos años el sexo femenino ha ido ganando peso. El Claustro cuenta con un 32% de mujeres, el Consell de Govern con un 36%, el Consell Social con un 15% y las direcciones de departamento con un 20%. El estudio destaca la trayectoria de la UJI en el campo de estudios sobre la mujer, y resalta que "ha desarrollado importantes investigaciones y ha impartido estudios de postgrado y doctorados propios".

La lucha contra los malos tratos es otro de los cometidos del I Plan de Igualdad de la Jaume I. El documento advierte que esta lacra social está muy presente en el ámbito universitario y afirma, en base a una encuesta del Instituto Estatal de la Mujer, que un 65% de los universitarios españoles conoce o ha padecido una situación de violencia de género en el ámbito de la universidad.

El problema a la hora de abordar la violencia machista en los campus radica en que la mayoría de universitarios no percibe como tal algunas situaciones que la comunidad científica incluye en esta denominación. Indica que sólo un 15% de profesores, administrativos y alumnos reconocen ser consciente de algún caso. Sin embargo, este porcentaje crece hasta el 65% cuando se pregunta sobre las circunstancias que son consideradas como violencia de género, caso de agresiones físicas, violencia psicológica, agresiones y acoso sexual.