El nuevo rector -provisional mientras su nombramiento no sea publicado en el Diario Oficial de la Comunitat- de la Universitat de València, el catedrático de Farmacología Esteban Morcillo podrá gobernar en los cuatro años de mandato con la tranquilidad que le da el respaldo recibido de la mayoría absoluta en las elecciones, al conseguir el 57,23% de los votos ponderados lo que supone un 14% más que su oponente, la catedrática de Economía Financiera, María Antonia García Benau. Lo que demuestra, que una vez más, un candidato con influencias socialistas no tiene éxito.

En esta segunda vuelta electoral se comprueban unos resultados similares a los que obtuvo el rector ya en funciones, Francisco Tomás, en 2002, cuando él y el candidato del Bloc, Josep Lluís Barona, se enfrentaron por el cargo. Hace ocho años, participó el 17,15 de los miembros de la Universitat -esta vez ha sido el 16,76%- y los porcentajes fueron de 55,03% a 44,9%. En aquella ocasión, el ganador también contó con el favor del personal docente e investigador y algo menor del de administración y servicios (PAS) y de los alumnos.

De hecho, el malestar del PAS lo ha heredado Esteban Morcillo -miembro durante varios años del equipos de Tomás, tanto como vicerrector de Investigación como Delegado del Rector-, a quien le han votado 487 miembros de este colectivo frente a las 916 que han preferido a García Benau.

A ellos se dirigía en su carta de agradecimiento, al indicar que "trabajaremos en la profesionalización de la gestión y en el desarrollo de la carrera profesional con de un pla integral consensuado. Esperamos contar con todos en el proceso de su redacción" afirmó.

A los estudiantes, les ha mostrado su deseo de "conseguir una mejor implicación en el proceso de implantación del Espacio Europeo de Educación para mejorar la calidad de las titulaciones y para crear unas condiciones de vida y estudio en el campus que les permita conseguir sus objetivos".

Sin embargo, el auténtico impulso lo ha logrado de sus pares -cuyo voto ponderado pesa el 51%, en el caso de los doctores, y el 13%, en los que no lo son- que le han dado el 42% del conjunto de las papeletas que llevaban su nombre. El catedrático de Farmacología ha recibido el apoyo masivo en casi todas las facultades, incluidas las más numerosas: Economía, Derecho y Medicina, donde fue decano, de los profesores y los investigadores -a pesar de algunas críticas a su política científica y de estabilidad como vicerrector-.

Su compromiso con el estamento docente durante la campaña ha sido el de aprobar "en breve, un plan de actuación integral que contemple la carrera académica y la implantación de las nuevas titulaciones".

Los verdaderos retos del nuevo rector, como apuntaba su lema "Haciendo Universitat, haremos futuro", son la reforma de las titulaciones en el panorama de la convergencia europea, de las que esta institución académica ha implantado ya 22, la mitad aproximadamente; lo que ha denominado "la internacionalización", que es un conjunto de iniciativas en el siglo XXI que pasan por atravesar fronteras; conseguir el campus de excelencia con la Politécnica y que el futuro modelo financiero pueda impulsar estas iniciativas en plena crisis económica. Prácticamente concluidas las grandes infraestructura, es momento de dedicar muchos esfuerzos al ámbito más académico y menos ideológico.

Cuestiones intrínsecas a la Universitat y plasmadas en sus estatutos, como la defensa del valenciano, la cultura propia o el medio ambiente, han sido defendidas por este profesor a largo de su campaña.

El hecho de no haber pactado ni haber contado en segunda vuelta con el apoyo de los ex candidatos Antoni Furió y Vicent Soler, de planteamientos nacionalistas y socialistas, respectivamente, le libera en el futuro de compromisos estrictos o demasiados ideológicos.

Cabe apuntar que García Benau ha logrado un centenar más de votos que Morcillo, igual que ocurrió en 2002 entre Barona y Tomás.

Con su equipo, con un 60% de mujeres, Esteban Morcillo tiende su mano al conjunto universitario para "sumar e integrar".