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La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, señaló ayer que el asunto de la educación en castellano en toda España está "resuelto", por lo que ha pedido evitar el enroque en cuestiones que, a su juicio, impiden avanzar hacia un pacto social y político por la educación.

En la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, fue preguntada por si el Gobierno cree que sería oportuno incluir en el pacto la petición del PP de garantizar en toda España que se eduque en castellano si los padres lo desean, en alusión a las comunidades con lenguas cooficiales.

Fernández de la Vega indicó que el documento de propuestas que el jueves presentó el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, no es un "brindis al sol", sino que tiene contenido y recoge aportaciones de expertos, organizaciones sociales y autonomías.

"Creo que es un buen marco -dijo- para empezar a trabajar desde las legítimas posiciones, sin maximalismos, especialmente, si cuando estamos tratando de abordar un pacto en algo tan importante como educación nos enrocamos en alguna cuestión que no nos permite avanzar en el pacto".

Indicó que el asunto por el que se le había preguntado está resuelto en la Constitución y en las leyes de desarrollo constitucional, y lo ha establecido ya la jurisprudencia y la normativa vigente. "En concreto -precisó- el tema del castellano está resuelto, no presenta especiales problemas, aunque respetamos la posición que puede mantener alguna persona".

La lengua, prosiguió, es un instrumento fundamental para el entendimiento, no para la confrontación, y los instrumentos normativos "garantizan ese ejercicio". Ésta es, en su opinión, la posición que el Gobierno ha mantenido en relación con la educación y con el tema de la lengua: "siempre garantizamos el derecho de todos los ciudadanos a hablar, a expresarse y a ser atendido y entendido en las lenguas que reconoce nuestra Constitución".

Por otra parte, el portavoz del PP en materia educativa del Senado, Adolfo Abejón, aseguró ayer en Oviedo que seria "inconcebible" que España llegara a ser "el primer Estado del mundo en el que su idioma materno, el castellano, no sea lengua vehicular en todo su territorio".