MAITE DUCAJÚ

? Dicen de usted que es el candidato continuista. Lleva tres personas del equipo actual.

Lo puedo matizar. No tiene nada que ver continuidad con continuismo y renovación con cambios. Es verdad que hay algunas personas que proceden del equipo anterior que considero idóneas y, en mi caso, he participado en él durante dos años y medio. Pero, desde el respeto al trabajo hecho por el rector Francisco Tomás, pienso que hay que proyectar hacia el futuro iniciativas nuevas.

Las encuestas le dan ganador.

Las encuestas hay que tomarlas con mucha precaución. El 2 de marzo es el día en que la comunidad universitaria votará y otorgará su confianza. Que uno pueda salir bien de las encuestas es alentador. Nuestra candidatura lo que está haciendo es reunirse con muchas personas para escuchar y hay que hacerlo hasta el último día. Creo que nuestro programa es abierto, con una apuesta de futuro y capacidad de trabajo y de conocimiento de la situación por dentro. Eso quizá ha hecho que la comunidad nos visualice como una opción seria para el gobierno de la universidad.

¿Qué ofrece su programa que no esté en los otros?

Ofrece experiencia, dedicación. propuestas realistas, que no quiere decir pesimistas. Queremos priorizar la política de personal de forma muy activa porque las grandes inversiones de la Universitat de València (UV) ya se están culminando y llega el momento de hacer una política de personal, en profesorado y PAS, que reconozca sus méritos, que resuelvan la situación de futuro en un marco de carrera docente e investigadora y de carrera profesional. Creo que ese conocimiento de la institución por dentro es lo que nos hace más plausibles y verosímiles a la hora de llevar adelante esas políticas de realidad en contra de fantasías.

¿El discurso nacionalista está agotado en la Universitat de València? ¿Cómo es la de de 2010?

Han pasado 25 años; el tiempo no pasa sin que haya modificaciones. Creo que hay valores que la Universidad de Valencia ha conquistado y todos tenemos que hacer nuestros, pero en esto no hay que inventar nada. Está todo, muy bien escritos en los Estatutos que hemos aprobado y que vamos a defender. Lo digo respecto a la lengua y cultura propias. Son valores estatutarios y nadie debiera ir en contra. Pero, la Universidad del siglo XXI tiene que ir mucho más allá del marco local, del estatal, para proyectarse internacionalmente y eso supone modernidad, multilingüismo. Son retos porque el camino se puede conquistar con trabajo pero no nos lo van a regalar.

¿Debería mejorar la relación con la Politécnica?

Creo que hay buenas relaciones. Más allá de lo que hayan podido ser defectos en la interpretación del campus de excelencia, la relación es correcta: tenemos másteres y centros de investigación conjuntos. La realidad es que somos universidades que estamos en la ciudad de Valencia, con campus contiguos y tenemos una complementariedad científico tecnológica evidente. Hay muchos investigadores que trabajan juntos en iniciativas docentes juntas.

¿Cómo se plantea las relaciones con la Generalitat?

Debe ser institucional, basada en el respeto mutuo de nuestra autonomía universitaria y del gobierno de los valencianos. Pero tiene que ser también una relación en la que la UV debe sentirse respaldada y comprendida por el Gobierno valenciano al que, sin duda, la universidad debe acudir para obtener mejores recursos y apoyo.

¿Rechaza ser el candidato conservador?

Creo que es un discurso simplista. Los valores de participación, democracia y progreso de la UV los hago míos, son míos. A ese respecto no puede haber dudas.

Su equipo tiene un 60% de mujeres. ¿Responde a la Plataforma de Dones?

La horquilla establecida por normativa es entre 40 al 60% pero esta universidad se toma muy en serio la igualdad, de hecho hemos aprobado el primer plan de igualdad; el reto está ahora en su ejecución y en disponer de recursos económicos.