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La internacionalidad de la Universitat de València, como parte del campus de excelencia pero también como una necesidad de intercambio intelectual de sus estudiantes, tiene en los programas de movilidad un gran aliado, destacó ayer el rector Francisco Tomás, recién llegado de Japón. Según informó, su institución académica es la "segunda de Europa en recibir alumnos Erasmus".

La Universitat, que del 2 al 5 de noviembre desarrollará la VII Semana Internacional de Movilidad de Estudiantes, recibe cada curso a 2.000 alumnos extranjeros y envía a unos 1.300 valencianos en 200 campus de todo el mundo, aunque "tiene capacidad de incrementar esta cifra un 50 por ciento, llegando, incluso, a los 3.800" indicó el Delegado para el Intercambio y la Movilidad de la Universitat, Ángel Ortí.

Sin duda, el desconocimiento de idiomas que aún evidencian los jóvenes españoles así como el coste, en plena crisis y a pesar de las ayudas económicas, son dos factores que influyen negativamente para tomar la decisión de marcharse a realizar un curso o un cuatrimestre con el Programa Erasmus. En cambio, quienes lo prueban ganan "una experiencia global, tanto en lo personal, como en lo cultural y académico" expresó el vicerrector de Relaciones Internacionales, Enrique Bigné.

De ahí, el interés de la Universitat por lograr que los alumnos valencianos puedan beneficiarse de esta movilidad internacional. El rectorado ha firmado 1.800 convenios con universidades de 28 países europeos y, también, de América del Norte -Estados Unidos y Canadá-, América Latina, Japón, y China, donde ya han estudiado 13 jovenes.

Algunos padres se quejan del coste que supone enviar a los hijos a estudiar fuera del país, pese a las ayudas, -como se comprobó durante la rueda de prensa. El valenciano Javier se fue a la Universidad de Wroclaw en Polonia. Allí recibió las clases en inglés, "experimenté una cultura diferente" y tuvo la oportunidad de aprender alemán y polaco.

Para los que vienen, son clave "la calidad de la universidad y las facilidades que ofrece la ciudad: alojamiento, comunicación, nivel de vida, oferta cultural, entretenimiento" enumeró el vicerrector quien insistió en que "pero no hay que olvidar que también buscan una buena universidad".

Así lo reflejaban ayer estudiante italianos en un español chapurreado a la puerta de Filología. Elena, Eleonor, Roberta y Mama eligieron la Universitat de València porque "es una universidad ordenada, con buenos estudios que ofrecen clases teóricas y prácticas, en una ciudad moderna y tranquila".

Los extranjeros muestran interesados, sobre todo, en los estudios de Humanidades, Sociales y Ciencias y en las carreras de las facultades de Filología y de Economía.

La Semana Internacional de la Movilidad se realiza en los tres campus con charlas y coloquios además de puntos informativos y el reparto de material.