­El Plan Estratégico de la Politécnica de Valencia incluye una línea de actuación para hacer la Universidad sostenible y economizar el consumo energético, en general. Dentro de esa iniciativa, se motorizan las aulas para prácticas de acceso libre de alumnos con la instrucción de que, cuando se acaben de utilizar los ordenadores, se deben desconectar. La mayoría de los profesores y estudiantes son «responsables» pero se ha detectado que en la institución académica «un 30 por ciento de las máquinas de queda encendida», afirma el vicerrector Vicente Botti.

¿Cómo se sabe que un ordenador se ha quedado encendido?

La propia infraestructura de la Universidad Politécnica. La ASIC (Área de Sistema de Información y Comunicación) puede detectar en la red si están encendidas, en uso o apagadas, cuánto tiempo hace o cuál fue la última vez que las máquinas estuvieron encendidas. Un servidor que centraliza toda la información.

¿Se ejerce un control total?

No miramos los datos, no el contenido; sólo si la máquina está en funcionamiento. Lo comprueba el personal técnico, cada uno en su red, para saber si hay problemas, como la información del tráfico, si es excesivo o sospechoso, o hay un virus.

¿Los universitarios son responsables con el uso de los ordenadores? ¿Los apagan cuando deben?

En general, sí. El problema es entre lapsus y lapsus. Pasa en todas las empresas. Quisimos saber cómo se utilizaban los ordenadores, su comportamiento. Hay gente, incluso, que se dejan las sesiones abiertas, con lo cual otro puede suplantarle. El software nos permite controlar su comportamiento, lo que hacen, pero no se accede a la información. Queríamos tener patrones de uso, lo que nos llevó a pensar en cómo garantizar que su apagado. Un 30 por ciento se queda conectado, pero no son siempre las mismas máquinas o personas.

¿Qué hace este sistema?

Que cuando un ordenador está en inactivo, si no se usa, lo desconecta. En laboratorios, en aulas informáticas, la desconexión nos es suficiente, pero cuando son máquinas en las que detrás hay una persona no es suficiente. A veces, está justificado que la máquina no se apague nunca porque debe ser accesible durante cualquier lugar y hora. La máquina se podrá conectar con control remoto para que no se pierda el tiempo por tener que esperar su encendido.

¿Cómo funciona?

Es un software, un sistema inteligente. Detectará los ordenadores no desconectados por la noche o con un largo periodo de inactividad. Indaga las causas y puede decir si procede el apagado o no. También es capaza de aprender las necesidades de los distintos ordenadores de la red y establecer los ordenadores que se deben apagar automáticamente.

¿Qué gasto supone no apagarlos?

Si lo estás utilizando el consumo es bastante más alto porque las tarjetas gráficas consumen mucho. Si te lo has dejado encendido, consume una media entre 80 y 100 vatios y 78 horas a la semana, con las noche y fin de semana. Son catorce horas diarias de uso infructuoso de un ordenador. Una máquina puede consumir 1.4 kilovatio/hora y está a 0,12 euros. En los laboratorios, con 300 ordenadores, los técnicos tenían que a las diez de la noche—hora en que hay orden en la Politécnica de desconectar— ir apagándolos, por eso optamos por este sistema.

Este derroche, ¿cómo afecta al aparato?

Si el monitor detecta que la máquina se apaga pasa a bajo consumo pero, si no, sigue encendido con lo cual también chupa. Un monitor de los antiguos: 80 a 100 vatios y de los nuevos: de 30 a 50 y la pantallas cada vez es más grande. Es un problema que va sumando puntos. Una máquina tiene una duración y en número de horas. Es más rentable que cuando no se use se apague a que agote su vida útil 2,5 más aprisa. Una máquina encendida permanentemente tiene menos problemas de inicio, apagado, inicio:o frío/calor. Pero es peor el desgaste que sufren todos los componentes, como el disco duro o el ventilador, por chupar más polvo durante mas horas. Interesa que se utilice para lo que haga falta y no 2,5 veces más de lo que hace falta.

¿Y qué ahorro representa la iniciativa?

En principio, el sistema se pondrá en práctica en 7.000 ordenadores, pero en la Politécnica hay 20.000. La iniciativa permitirá garantizar que no se realice un promedio de consumo infructuoso diario de 10.000 kW/h, lo que garantizará de media un ahorro de 600.000 euros al año.

¿Han previsto algún tipo de sanción?

No es la intención. El objetivo no es saber quién se los deja siempre desconectados sino cómo puede hacerse ese ahorro energético. La implantación supone un ahorro de 10.000 kilovatios.

¿Lo van a patentar?

La idea de ponerlo disponible a la Administración porque esto pasa en cualquiera. Pero, las patentes de software son complicadas, se puede tener el registro de propiedad.,