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Hasta noventa y cuatro anuncios de productos muy calóricos que atraen a los niños por los juguetes que hay detrás del envoltorio llegan hasta los ojos de la población infantil durante una mañana cualquiera de entretenimiento televisivo.

Este "bombardeo publicitario" de productos con un alto contenido de grasas y azúcares nada recomendables para la infancia fue criticado ayer en Valencia por la presidenta de Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceacu), Isabel Ávila, en una jornada sobre nutrición que se celebró en la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados. Ávila destacó que lo que los niños ven en la tele es lo que luego quieren comer en casa y en el colegio. "Recurren a lo más cómodo, que son productos que lo único que tienen son calorías sin más". El resultado: más niños con exceso de peso y obesos.

En este sentido, la Sociedad Española de Estudios para la Obesidad ha advertido que en los últimos diez años se asiste a un importante aumento de la obesidad infantil, que ha pasado de un 5% a un 10%, según refiere la dietista valenciana Teresa Lluch que destaca que este aumento de peso en los niños es el preludio de futuros trastornos cardiovasculares y de alimentación, anorexia y bulimia.

Máquinas expendedoras

A la machacona insistencia publicitaria para que los niños devoren productos de alto contenido energético se suman las inadecuadas dietas que se dan en los comedores escolares. De hecho, el 65% no cumple con los principios básicos de una alimentación saludable, según anunció ayer la presidenta de Ceacu. Esta organización que ha presentado alegaciones al reglamento Europeo del Etiquetado para que los ciudadanos conozcan con claridad los componentes de lo que compran y luego comen, contempla iniciar una campaña para erradicar de los colegios e institutos las máquinas expendedoras de bollería industrial y pedir que se reemplacen por otras con productos frescos como fruta o lácteos.

Avila afirma que la presión publicitaria es muy alta y que la población "cada vez está más alejada de una ingesta saludable".

La portavoz de Ceacu afirmó también que las empresas que fabrican alimentos "ligeros" o "light" deberían reducir la cantidad de grasas, azúcares y sal que introducen en este tipo de productos funcionales, que adquiere un 41% de la población, porque se dice que son bajos en azúcares o ricos en omega 3 " son verdades a medias".