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El presidente provincial del PP y de la diputación, Carlos Fabra,

estaba ayer crecido y locuaz y en las dos ruedas de prensa consecutivas que protagonizó y quiso dar su particular opinión sobre el archivo de la causa abierta contra Camps por los trajes. En su primera comparecencia en la diputación adelantó alguna perla y señaló que a los socialistas el auto "les ha sentado como un cuerno quemado".

Una hora después, en la sede del PP, redondeó la frase en un nuevo alarde de recursos: "Como dicen en mi pueblo: ajo, agua y resina, a joderse, a aguantarse y a resignarse". "Se les ha acabado el chollo del insulto permanente. Es lamentable el poco respeto que tienen por la autonomía del tribunal que ha archivado el caso. Se ve que querían otro resultado" añadió. El mandatario popular arremetió de nuevo contra la Fiscalía por "estar al servicio del Gobierno", como demuestra, a su juicio, el anuncio de De la Vega de que el ministerio público recurrirá el fallo. "Que una vicepresidenta, sin leer el auto, anuncie que la fiscalía va a recurrir lo dice todo. Está claro que no existe separación de poderes. Montesquieu murió en 1.982, cuando el PSOE ganó las elecciones y resucitará cuando el PP recupere el gobierno", proclamó Fabra, obviando los ocho años de mandato de Aznar.

También se refirió a las declaraciones de Felipe González en las que aconsejaba a Camps que si no encontraba las facturas de sus trajes pidiera ayuda al "muchacho de Castelló". Según Fabra, a González "lo tiraron los españoles por los escándalos de Filesa, los GAL y de la Guardia Civil" y no puede "hablar de decencia". El presidente de la diputación se dejó arrastrar por el torrente de euforia y optimismo que fluye estos días en su partido y se mostró convencido de que sus causas judiciales acabarán, como la de Camps, archivadas. Fabra cargó contra la dirección nacional del PP por forzar de manera "precipitada" la dimisión de Víctor Campos cuando se le imputó en el "caso Gürtel". Carlos Fabra vino a confirmar una evidencia: que a Víctor Campos le presionaron desde la calle Génova para que presentara la baja voluntaria.

El líder provincial lleva casi seis años imputado en los juzgados de Nules y se le atribuyen los posibles delitos de fraude fiscal, cohecho, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas y falsedad documental. Por este último supuesto delito, está a un paso de sentarse en el banquillo y la Fiscalía Anticorrupción pide para él dos años de prisión y una multa de 6.000 euros. "No tenga ninguna duda de que yo creo que quedará de igual modo; si no lo creyera, no estaría pleiteando", aseveró el líder provincial, cuando se le preguntó si confía en que el "caso Fabra" será sobreseído como el asunto de los trajes.