La diferencia radica en ganarse la vida. Los "inmigrantes laborales" llegan a la Marina Alta impelidos por la necesidad, mientras que los "inmigrantes residenciales" llegan con la vida hecha. Los primeros se esfuerzan por integrarse. Pero los segundos ejercen de turistas y "no necesitan prácticamente para nada buscar interlocutores, mediadores y servicios dentro de la sociedad de acogida". Un peu dins, un peu fora. La inmigració de residents europeus al municipi de Teulada analiza desde una visión novedosa y crítica un fenómeno conocido: el de la revolución demográfica que ha supuesto que el 66 % de la población de este municipio sea de origen extranjero. Desvela la visión que los vecinos de siempre tienen de los recién llegados, a los que suelen tratar como turistas. Y aborda el problema de la integración.

Esta investigación, que obtuvo en 2008 el premio Vila de Teulada y ahora ha sido editada por el Institut d'Estudis Comarcals de la Marina Alta y la Universitat de València, la han llevado a cabo Carles X. Simó, que es doctor en demografía, y el sociólogo Jordi Giner.

La metáfora "un peu dins, un peu fora" es todo un acierto. Los residentes europeos han creado microsociedades casi autosuficientes. Además, han incorporado "el transnacionalismo a su vida cotidiana", es decir, realizan frecuentes viajes a sus países de origen. No muestran gran interés en integrarse en el día a día del municipio. A menudo "se trata de personas que sólo piden un uso turístico de nuestro territorio, nuestros servicios y nuestra cultural, pero no participan en nuestra sociedad", indican los autores en el libro.

El principal espacio de socialización es el colegio (ya hay familias jóvenes con hijos) y el mercado laboral. Pero se dan casos de padres, que tras llevar ya varios años en el municipio, no hablan valenciano ni castellano y son sus hijos los que tienen que hacer de traductores. Y ocurre con frecuencia que estos residentes trabajan en un "mercado laboral paralelo", reflejo del grupo lingüístico y cultural de connacionales en el que pertenecen.

Teulada (en general, toda la Marina Alta) es un banco de pruebas excepcional para estudiar la integración de los residentes europeos. El casco urbano tradicional se identifica con la población autóctona, mientras el núcleo de Moraira y las urbanizaciones acogen a los residentes extranjeros.

Los riesgos de no integrarse

La investigación aborda esos problemas y va un paso más allá. Ya apunta las consecuencias negativas que puede tener esa peculiaridad de vivir con "un peu fora". Los jubilados extranjeros que se establecieron en la comarca hace unos años atraídos por el clima y el buen nivel de vida son ahora un colectivo vulnerable y en posible riesgo de exclusión social. Cuando estos residentes pierden poder adquisitivo, se quedan solos o sufren enfermedades, echan en falta no haberse esforzado más en integrarse.