El Ayuntamiento de Gandia ha tenido que cerrar la piscina convertible del polideportivo situado junto al río Serpis después de que, en la noche del viernes, el fuerte viento que azotó toda la comarca arrancara varias planchas de la cubierta telescópica.

El incidente tuvo lugar poco después de las ocho de la noche, cuando más de treinta nadadores del club Natació i Esports Gandia se encontraban en una sesión de entrenamiento. Según narraron testigos presenciales, los nadadores y el entrenador se quedaron sorprendidos al ver cómo varias planchas de la cubierta volaban tras ser arrancadas por las rachas de viento que, a esa hora y en otros puntos de la ciudad de Gandia, superaban los 75 kilómetros por hora, según han registrado anemómetros de estaciones climáticas instaladas por meteorólogos aficionados.

Aunque no se registraron escenas de pánico, los nadadores salieron inmediatamente del agua y se refugiaron en la zona del vestuario de la piscina, que es de hormigón. Algunos se preguntaban con preocupación qué hubiera sucedido si, en vez de volar hacia afuera, las planchas hubiesen caído al vaso de la piscina.

Responsables de las instalaciones deportivas de Gandia procedieron también a evacuar todo el local y a suspender toda actividad. A las 21.15 horas estaba previsto que los nadadores del club terminaran su entrenamiento y dejaran la piscina a los usuarios que disponen del carné de baño libre.

Según indicaron ayer responsables de la Fundació Esportiva Municipal de Gandia, la piscina estará cerrada al menos hasta el próximo martes.

Será el lunes cuando técnicos del ayuntamiento visiten el recinto y procedan a revisar toda la cubierta, que deberá asegurarse con todas las garantías antes de que vuelva a abrir sus puertas al público.

No fue este el único incidente causado por el fuerte viento en Gandia. Como informó ayer Levante-EMV, también el pabellón polideportivo del Raval-Benipeixcar tuvo que ser acordonado por la policía al detectar que parte de las planchas de la cubierta se estaban moviendo, aunque finalmente no hubo desprendimientos. El pabellón del Raval ya sufrió un incidente parecido hace pocas semanas debido, también, al fuerte viento de poniente.

La Policía Local de Gandia y los bomberos del Consorcio Provincial fueron de cabeza durante varias horas para evitar males mayores. La calle Alfaro estuvo cortada varias horas para retirar un canalón que amenazaba con caer sobre la vía.En enero de 2009 el viento dio el mayor sobresalto que se recuerda en Gandia, al hundir completamente la cubierta de la piscina climatizada del Grau. En aquella ocasión decenas de polideportivos y espacios públicos de la comarca tuvieron que desalojarse por precaución.