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El nuevo Instituto de Educación Secundaria (IES) de San Antonio de Benagéber, que funciona desde el pasado mes de septiembre y que es una sección del instituto de Bétera, está abastecido con agua proveniente de un pozo de riego, aunque previamente tratada para poder ser consumida sin peligro, según aseguró el alcalde del municipio, Eugenio Cañizares (PP).

Esta misma agua es la que, desde el año 2008, consumen las familias que residen en la urbanización San Vicente, zona en la que se encuentra el centro escolar. Cuando se inició el suministro, los análisis realizados al agua proveniente del pozo dieron unos resultados preocupantes: tenía 139 miligramos de nitratos por litro, cantidad que no supone un problema si el líquido se utiliza para regar, pero que resulta peligrosa en caso de consumo humano, ya que la OMS establece que, como máximo, puede tener 50 mg/l.

En los últimos meses la situación ha mejorado sensiblemente, como demuestran los análisis hechos públicos por el consistorio, en los que se refleja que el índice de nitratos ha bajado hasta los 101 miligramos por litro.

También tiene exceso de nitratos el agua que abastece al colegio de primaria "8 de Abril", aunque en su caso los índices no son tan alarmantes. Los análisis realizados al pozo que suministra a este colegio y al casco urbano de San Antonio establecen que el índice de nitratos es de 71 mg/l. Aún así, el ayuntamiento proyecta instalar una fuente de ósmosis inversa, como otras dos que ya existen en el municipio, para que los niños puedan beber directamente de las fuentes y no tengan que utilizar agua embotellada, como ya ocurre en al menos un colegio de l'Eliana.

Por otro lado, el gobierno municipal planea "profesionalizar" la gestión del agua (que actualmente dirige el propio consistorio) sacándola a concurso público a principios del próximo año.