Los gandienses se preparan para la Zona de Bajas Emisiones

Durante el año pasado creció más de un 700% la venta de distintivos ambientales para vehículos en la ciudad

El Gobierno local no ha acotado aún el espacio en el que aplicará restricciones pese que debía haberlo hecho en 2023

Tráfico en la calle Sant Rafael de Gandia

Tráfico en la calle Sant Rafael de Gandia / Ximo Ferri

La ley del cambio climático y transición energética del Gobierno establecía que en 2023 todas las ciudades de más de 50.000 habitantes debían tener implantada una Zona de Bajas Emisiones (ZBE), es decir, un espacio urbano en el que se apliquen restricciones a los vehículos que son más contaminantes. Entre ellas, por población, debía estar Gandia, que, a día de hoy, casi un año y medio después, sigue sin definir el espacio concreto que quedará acotado para la reducción del tráfico ni el sistema que utilizará para llevar a cabo los controles.

Aunque el ayuntamiento sigue estudiando la medida sus vecinos y vecinas sí que se habían preparado por si llegaba ese momento.  

El año pasado, las oficinas de Correos de la ciudad expidieron un total de 7.171 distintivos de la Dirección General de Tráfico (DGT) que sirven para determinar cómo de contaminante es un vehículo y, por tanto, fija con qué restricciones puede circular por una ZBE. Se trata de un sorprendente incremento de más de 700% respecto al año 2022 cuando, según ha informado la propia empresa a través de un comunicado, se vendieron apenas 884.

Además de estar listos para el momento en el que la administración gandiense finalmente establezca la ZBE, también se han preparado poder desplazarse a otras ciudades en las que ya están en funcionamiento la ZBE y, de ese modo, no encontrarse con la sorpresa de que no pueden acceder a ciertas zonas por no contar con el distintivo.

Los vecinos y vecinas de Gandia, por tanto, tenían muy clara la fecha en la que muchas ciudades ponían en funcionamiento sus zonas de bajas emisiones y, tal vez, contaban con que la capital de la comarca de la Safor también la hubiera puesto en marcha.

Este dato demuestra, además, la costumbre de esperar hasta el último momento para hacer las cosas, ya que, por los datos, la preocupación por contar con la pegatina, que habitualmente se pega sobre el cristal, era mucho menor en 2022, cuando aún quedaba un año para que fuera obligatorio señalizarlo. 

Las restricciones, o no, para poder circular por esos espacios las marcan unos distintivos de la DGT que fijan cómo de contaminante es un vehículo en función del tipo de combustible o si es eléctrico o híbrido. Estas pegatinas, que clasifican los vehículos según su eficiencia energética, se comercializan en cuatro tipos diferentes, identificados por colores: 0 emisiones (azul), Eco (azul y verde), Etiqueta C (verde) y Etiqueta B (amarilla). Con un coste de 5 euros, estos distintivos están disponibles en dos tamaños, en función del tipo de vehículo, y representan una herramienta esencial para la identificación de vehículos conforme a las regulaciones ambientales.

En el caso de Gandia se pueden adquirir tanto en la oficina de Correos ubicada en la ciudad, en la calle Sant Rafael, como la que se encuentra en el paseo Rosa dels Vents del Grau.