Redeia: «Se va a realizar un importante esfuerzo en electrificar la economía»

Cada día más, la movilidad territorial está vinculada a la electricidad. El transporte ferroviario y, de forma cada vez más creciente e imparable, el de carretera, con el impulso del vehículo eléctrico, dependen en buena medida de esta energía. Así que, a la hora de analizar el presente y futuro del litoral mediterráneo español el citado es un factor de máximo relieve.

Prensa Ibérica ha impulsado y organizado la primera edición del Foro Económico y Social del Mediterráneo, en colaboración con la Fundación ‘la Caixa’, con el objetivo de reunir a todos los agentes implicados y crear un espacio de diálogo, que resulte en un marco de colaboración y compromiso y sirva como punto de partida para identificar y promover iniciativas empresariales y de gobernanza.

Para ello, los diarios generalistas del grupo en el arco mediterráneo han formado ocho consejos locales que han analizado un reto económico y social que afecta directamente a su zona de influencia. El Consejo Local de València —compuesto por 17 entidades y liderado por el comisionado del Gobierno para el desarrollo del corredor mediterráneo, el valenciano Josep Vicent Boira, con la presidencia del director de Levante-EMV, José Luis Valencia— ha profundizado, a lo largo de diferentes sesiones, sobre las amenazas y las oportunidades que presentan las redes de movilidad en el arco mediterráneo, con especial atención al impulso de nuevas formas de movilidad sostenible.

Energía

La delegada territorial de Redeia (matriz de Red Eléctrica) para la Comunitat Valenciana y Murcia, Maite Vela, realizó aportaciones vinculadas fundamentalmente con las energías, como era de rigor. Y es que las redes de transporte eléctrico «son esenciales para la transformación del modelo energético hacia uno descarbonizado, que nos exigen los objetivos climáticos. Son necesarias tanto para conectar la nueva generación de renovable como para atender las nuevas demandas eléctricas que implica esta transformación».

«Nuestro sistema energético está viendo cómo se produce un cambio muy rápido y significativo en las tecnologías de generación: para el año 2030, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) espera tener instalados 62 GW de eólica y 76 GW de fotovoltaica. Esto supone instalar algo más de 7 GW anuales de fotovoltaica y unos 4 GW al año de eólica hasta ese año. La labor de Red Eléctrica es asegurar que este cambio sea posible, pero manteniendo siempre la seguridad y calidad del suministro eléctrico», asegura la responsable de la compañía.

Además de la modificación del parque de generación, en el terreno de la demanda de energía eléctrica el PNIEC contempla «un importante avance en la electrificación de la economía a lo largo de la década como uno de los vectores clave de la descarbonización; prevé que pasemos del 24-25% en 2019 al 34% en 2030. Estima que la electrificación deberá copar el 12% del esfuerzo inversor total entre 2021 y 2030 para alcanzar los objetivos climáticos».

Avance

Este avance de la electrificación significa que aparecerán en el sistema eléctrico nuevos consumidores asociados a esas nuevas demandas eléctricas. La electricidad «es un vector energético que nos permite transformar energías limpias y autóctonas y ponerlas a disposición de usos actuales y futuros, entre ellos, el transporte».

Así, en los próximos años, según Vela, se va a realizar un esfuerzo muy importante en la electrificación del transporte, fundamentalmente mediante tres caminos. Por una parte, la electrificación de la red ferroviaria y el desarrollo de la red de alta velocidad. Por otra, la electrificación de los puertos, contribuyendo a una ruta hacia las cero emisiones del tráfico marino. En tercer lugar está el vehículo eléctrico, en relación al cual en el PNIEC se incrementan las previsiones hasta un parque de 5,5 millones de vehículos eléctricos en 2030 (un 10% superior al objetivo fijado anteriormente).

Nuevos consumidores

Estos nuevos consumidores «van a ser clave para el aumento de la eficiencia energética, al ser los consumos electrificados mucho más eficientes que los de los vectores basados en combustibles». En su opinión, se trata de un nuevo escenario que requiere de importantes refuerzos en la capacidad de las redes para transmitir los flujos de energía eléctrica, así como para reforzar su fiabilidad y seguridad.

De la inversión total que el plan nacional estima necesaria en el periodo 2021-2030 para alcanzar los objetivos de clima, el desarrollo de redes eléctricas (transporte y distribución) supondrá el 18%. En el plano europeo, la Comisión Europea afirma en su Plan de Acción de Redes que son necesarios 584.000 millones de euros en inversiones en redes en esta década. A nivel mundial, la International Energy Agency (IEA) aseguraba en un informe reciente que es necesario duplicar la inversión en redes eléctricas para 2040.

En Red Eléctrica (operador del sistema eléctrico español y gestor de la red de transporte de energía eléctrica en alta tensión -400 kV y 220 kV en la Península y menores niveles de tensión en los archipiélagos, así como todas las interconexiones eléctricas internacionales y entre sistemas eléctricos) «estamos alineados con esta necesidad y por eso estamos llevando a máximos históricos el esfuerzo inversor de nuestra compañía: en 2023 las inversiones fueron de 825 millones de euros, un 55% más que en 2022. Esta cifra ascenderá a los 1.000 millones en este año y la tendencia continuará en los siguientes», asegura su delegada en la Comunitat Valenciana.

Vela añade que un mayor grado de electrificación de la sociedad conlleva elevar la importancia de la seguridad de suministro eléctrico y, por tanto, hace imprescindible tanto el diseño adecuado de las redes como la ejecución en plazo de las infraestructuras identificadas como necesarias en el plan de desarrollo de la red de transporte.

Las infraestructuras de la red de transporte eléctrico están sujetas, por la Ley del Sector Eléctrico, a un proceso de Planificación que lidera el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, siendo finalmente aprobado el plan resultante por el Consejo de Ministros.

Planificación

La directiva de Redeia recuerda que la planificación vigente para el desarrollo de la red de transporte eléctrico 2021-2026, aprobada por el Consejo de Ministros en marzo de 2022, incorpora actuaciones para la electrificación del transporte en el arco mediterráneo, como la alimentación de las subestaciones de tracción de los ejes ferroviarios Madrid-Albacete-Alicante-Valencia, Murcia-Almería y Murcia-Cartagena, Alicante-Crevillent y el corredor Zaragoza-Teruel-Sagunt.

Por otra parte, las actuaciones para la electrificación de los puertos marítimos incluyen la ampliación de subestaciones de transporte eléctrico, bien para conexión directa de las instalaciones portuarias, bien para el suministro de potencia a subestaciones de distribución eléctrica a las que se conectarán los puertos.

Horizonte 2030

El próximo proceso de planificación, con horizonte 2030, se inició el 21 de diciembre de 2023, mediante orden ministerial, con la apertura del plazo para la presentación de propuestas por parte de los sujetos del sistema eléctrico, las comunidades autónomas y los promotores de los proyectos de generación y de consumo, hasta el pasado 31 de marzo. Mediante este proceso «se deberán identificar y planificar nuevas posibles infraestructuras o ampliación de las existentes para dar cobertura a desarrollos para electrificación del transporte en el horizonte 2030, adicionales a los ya planificados en el horizonte 2026, tanto mediante instalaciones para la conexión a la propia red de transporte como refuerzos de esta para aportar potencia adicional a las redes de distribución, en el caso de que los nuevos consumos se conecten en menores niveles de tensión».

Inversiones

Finalmente, la responsable de Red Eléctrica menciona la importancia de garantizar que las inversiones en infraestructuras eléctricas necesarias para los proyectos de electrificación del transporte se acompasen a los tiempos de desarrollo de los mismos (corredores ferroviarios, electrificación de puertos marítimos, penetración del vehículo eléctrico…), para que no sean un cuello de botella en esta transición.

Para ello, además del instrumento de planificación, Vela considera que es necesario impulsar dos factores fundamentales. Por un lado, la agilización de las tramitaciones administrativas para reducir los tiempos de puesta en servicio. Por otro, la aceptación social de las instalaciones para viabilizar la implantación e integración de las mismas, generando consenso y valor local positivo.